Soda Stereo
Esto es lo que pensaba Gustavo Cerati de los mexicanos y de México
La cultura prehispánica y el amor que los mexicanos le daban a Cerati era suficiente para que fuera un visitante recurrente en nuestro país
No es novedad para nadie que cuando los artistas conocen nuestro país se queda fascinados, ya sea por sus paisajes, la gente o hasta la comida, pero siempre tienen algo que los hace amar a México y querer volver las veces que sean necesarias.
En el caso del gran Gustavo Cerati, quien fuera uno de los músicos de rock más importantes de Latinoamérica, su gusto por nuestro país nunca paso desapercibido.
Cerati y la cultura prehispánica mexicana
Nacido en Buenos Aires, el vocalista de Soda Stereo nunca oculto su amor por la cultura prehispánica, en específico, le llamaba mucho la atención la zona arqueológica de Teotihuacán.
En 2018, National Geographic lanzo un documentan en donde se veía que sus hijos mostraban algunas de sus pertenencias, entre ellas una artesanía huichol y libros sobre la historia de los mayas y aztecas.
Segun lo relatado por sus hijos Lisa y Benito, su papá tenía una fascinación por el misticismo que rodeada las culturas mexicanas, prehispánicas.
Gustavo Cerati y su amor por el público mexicano
Los videos “Deja Vu” y “Cactus” están inspirados en México y su cultura. Cerati era un amante de México y sus personas, tanto es así que en sus recitales, le regaló a su público tres canciones inéditas que solo se pudieron escuchar aquí.
Estamos hablando de “Aire”, “Meditar, ser tu propio altar” y “Agua” que se pudieron escuchar en el año 2001 cuando Cerati dio un show en el Teatro Metropolitán del entonces Distrito Federal, siendo la única vez que las cantó en vivo.
Antes de morir, dio un último concierto en Venezuela, pero justo antes de eso, visito tierras aztecas, pasando por tres ciudades: CDMX, Monterrey y Guadalajara, en donde logró llenar el estadio de Béisbol de la ciudad de Nuevo León y en el Foro Sol de CDMX tuvo dos fechas.
Desafortunadamente, fue en este concierto en Venezuela, en donde, luego de interpretar 24 canciones, se dirigió al camerino y se desmayó.
Cerati padeció primero una isquemia cerebral tras el concierto, esto lo dejó en coma durante cuatro años y falleció en 2014 por un paro respiratorio.
