Cepillín: la TÉTRICA historia de 'En un bosque de la China'

La mañana de este lunes 8 de marzo del 2021 recibimos la triste noticia del fallecimiento de Ricardo González Gutiérrez, mejor conocido como Cepillín, a los 75 años, uno de los íconos del entretenimiento mexicano y, específicamente, consolidado como todo un ídolo infantil. A manera de homenaje, recordamos la tenebrosa historia detrás de una de sus canciones más famosas: "En un bosque de la China". 

"En un bosque de la China, la chinita se perdió. Como yo andaba perdido nos encontramos lo dos", son líneas que hemos escuchado hasta el cansancio como uno de los himnos infantiles más populares de Cepillín. Estos versos han acompañado a generaciones mexicanas enteras durante su crecimiento. Sin embargo, la composición esconde una historia que se aleja de la inocencia y se acerca a los vicios sexuales de los años cuarenta en América Latina. 

La música infantil siempre ha sido un negocio fructífero y en algún momento de la historia de México, ese nicho de consumo se debatía entre personajes de televisión como Chabelo y Topo Gigio, pero ninguno pudo tener el alcance y éxito que tuvo el payaso de la televisión, gracias a canciones como "La Feria de Cepillín" y la memorable "En un bosque de la China".

Trasladar las líneas de la canción a un análisis del discurso contemporáneo, terminaría por considerar "cancelar" por completo el tema, debido a que, entre líneas, se pueden interpretar algunas referencias al acoso y al hostigamiento ("y yo que sí y ella que no..."). Por increíble que parezca, su origen en realidad esta relacionado con abuso y explotación femenina. 

La TÉTRICA historia detrás de  'En un bosque de la China' de Cepillín

La canción de "En un bosque de la China" en realidad no fue compuesta por Cepillín, el autor de la letra es el cantautor argentino Roberto Ratto, quién la creó bajo la concepción de los ritmos del tango en 1942, uno de los géneros en auge de la época y también de los más controversiales. 

El tango, nacido en los arrabales argentinos a principios del siglo XX, se caracterizaba por hacer uso de una especie de "jerga" del lenguaje llamada "lunfardo", a través de la cual se comunicaban los delincuentes de la época, específicamente los proxenetas y tratantes de mujeres tanto de la región como de regiones baja de Europa. 

Entre los 'cafishos', tal y como se le denominaba a los dirigentes de los grupos de trata, se les nombraba "loras" a las prostitutas extranjeras y, por otro lado, 'chinas' a las mujeres explotadas originarias de países latinoamericanos, quienes además eran consideradas con inferioridad, respecto al resto de las trabajadoras sexuales. 

Cargado de este contexto y significación, finalmente "En el bosque de la China", fue cantada en su primera versión de tango por Hugo Carril y la popularizó en México en 1944. Treinta y cinco años después aterrizó en el catálogo de Cepillín, quién modificó algunas líneas para convertirla en todo un emblema de la música para niños.

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