Al hablar sobre música que sirva como referencia en temas de vulnerabilidad, nostalgia, dolor y los traumas generacionales el nombre de Vōx destaca entre muchos. Y es que es una referencia ante un mundo visual complejo que en muchas ocasiones necesita ser escuchado tanto visual como de forma sonora.
El nombre del proyecto de Vōx proviene del latín que significa “voz” y donde combina su interés por la dicotomía y la religión para crear las bases de un mundo visual complejo donde no estar bien está bien.
En una entrevista con Sonica nos confesó el origen de su estilo visual, las historias que hay detrás de sus canciones, sus objetivos al compartir música para el mundo y sus deseos ante la experiencia que viven los fans a través de su viaje sonoro.
El estilo visual de Vōx como parte de la identidad y proyección de las historias de sus canciones
“La moda es mi forma de hablar cuando no me quedan palabras. La uso como armadura y altar, algo que puede proteger y revelar al mismo tiempo… me ayuda a exteriorizar lo que a menudo es invisible”.
Las canciones de Vōx tratan temas como la nostalgia, la desencarnación, el dolor crónico y la neuro divergencia así que para ella su estilo de vestir es la manera en que las personas pueden sentir lo que tiene, como cuando lleva algo extraño o delicado.
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Esto es visible en su álbum debut All My Best Friends Are Ghosts donde “los efectos visuales transmiten los residuos emocionales de las canciones: la obsesión, la fragmentación, la reivindicación. En las imágenes se ven muchos tonos pálidos, velos, telas en capas, una forma de explorar la presencia y la ausencia a la vez”.
En ese sentido, debido a que le encanta todo lo que parezca etero , “las siluetas que parecen recuerdos: suaves, espectrales o ligeramente equivocadas”, Rui Zhou, Elena Vélez, Noir Kei Ninomiya, House of Rubber son algunos de los diseñadores y símbolos que han influido en su estilo.
El origen y la inspiración de sus creaciones musicales
Para Vōx el proceso de transformar los recuerdos, las vivencias y los textos íntimos en canciones se sintió como un exorcismo pero a la vez la columna vertebral de sus composiciones, principalmente en su primer álbum.
“Algunas de estas anotaciones nunca fueron pensadas para ser leídas en voz alta y mucho menos cantadas. Pero el acto de darles forma de letra me ayudó a procesar lo que no podía nombrar en ese momento. No las pulí mucho, dejé que la crudeza permaneciera”.
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Los productores Alex Tanas y Anwar Sawyer aportaron su propia esencia, tanto emocional como sonora, en All My Best Friends Are Ghosts lo que ayudó a que sus canciones tuvieran la profundidad e imprevisibilidad que estaba buscando.
“Ambos me ayudaron a construir un mundo en el que podían coexistir contradicciones: limpio y distorsionado, suave y volcánico, sagrado y salvaje” aseguró Vōx.
Si hay una pregunta que surge al escuchar la música de la cantante estadounidense es identificar cuál es la escena o corriente a la que corresponde. Pero ante eso, la solista asegura que no encajar en ningún género o estilo forma parte de su libertad.
“Como autista y enferma crónica vivo al margen de muchas cosas, no sólo del género. No lo digo con tristeza. Hay algo hermoso en hacer obras que no piden ser entendidas, sólo sentidas. Hago lo que necesito para sobrevivir, si eso encaja en una escena, estupendo, si no, lo hago igual”.
La exploración sobre temas como el autismo, el dolor, la curación y el renacimiento para un acompañamiento mutuo
La razón por la que la obra de Vōx está contada en tres actos se debe a su diagnóstico de autismo y la cual “se había vuelto incapacitante y estaba inmersa en la recuperación de un trauma”. La sensación de ser el fantasma de su propia vida la llevó a escribir su disco, donde reveló sus pensamientos más profundos ante la situación.
“Solía pensar que el arte tenía que tratar sobre el esfuerzo, hacia la resolución, la trascendencia, la curación. Pero ahora lo entiendo como documentación, una forma de decir que estaba aquí, incluso cuando no podía participar en el mundo como otros. Mis limitaciones me han hecho más honesta, ya no puedo idealizar el dolor como antes, tengo que decir la verdad”.
Al inicio, cuando Vōx empezó su proyecto musical, tenía miedo de que el público no aceptara sus canciones pero, para gran sorpresa, las cosas son diferentes. “Me habla gente autista, asexual, con enfermedades crónicas, queer. Gente que me dice que se ve a sí misma en la obra, a veces por primera vez”.
Ahora All My Best Friends Are Ghosts es un proyecto que ha ayudado a la cantante a impulsar su carrera y que cada vez más personas se unan al viaje sonoro y emocional donde se dedicó a mostrar su verdadero yo, con sus virtudes y defectos.
“Espero que se sienta como si te dejaran entrar en la memoria de alguien. Espero que les haga sentirse menos solos en su confusión, en su dolor, en su desenlace. La mejor manera de escuchar es en orden, hasta el final”.
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