Los corridos han sido durante décadas una de las formas más poderosas de contar historias en México. Desde hazañas revolucionarias hasta tragedias del crimen organizado, esta narrativa cantada ha evolucionado junto con el país. Aunque hay cientos de temas que han dejado huella, hay algunos corridos que marcaron un antes y un después en la música mexicana.
¿Qué son los corridos?
Los corridos son canciones narrativas que cuentan hechos reales o ficticios, muchas veces con tono épico o trágico. Hablan de personajes valientes, perseguidos, criminales o justicieros, y suelen tener una estructura clara con inicio, desarrollo y desenlace. Son como crónicas cantadas que mezclan historia, drama y cultura popular.
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¿Cómo nacieron los corridos?
El corrido nació como una forma de comunicación oral en el siglo XIX, especialmente durante la Revolución Mexicana. En un país con poco acceso a los medios impresos, estas canciones ayudaban a difundir noticias, hazañas de líderes revolucionarios o tragedias locales. Con el tiempo, el corrido pasó de los caballos a los camiones, de los rifles a las metralletas, y fue adoptando temas más contemporáneos como el narcotráfico y la migración.
Corridos que han marcado a México
Uno de los más importantes es “Contrabando y traición” de Los Tigres del Norte. Lanzado en 1974, este tema revolucionó el género al contar la historia de una pareja que trafica droga desde Tijuana hasta Los Ángeles. Más allá del crimen, el giro final donde Camelia la Texana mata a su pareja lo convirtió en un ícono feminista inesperado. Su éxito fue tan grande que marcó el inicio del llamado “narcocorrido moderno”.
Otro corrido inolvidable es “El Jefe de Jefes”, también de Los Tigres del Norte, publicado en 1997. Este tema consolidó el estatus del grupo como cronistas de la realidad fronteriza y del mundo narco. La canción no menciona nombres, pero la figura del “jefe” se volvió símbolo de poder y respeto. Fue tan influyente que inspiró portadas, películas y hasta el apodo de varios líderes criminales.
En tiempos más recientes, un corrido que ha roto barreras es “Soy el Diablo (Remix)” de Natanael Cano con Bad Bunny. Aunque técnicamente es un corrido tumbado, este tema fue clave para internacionalizar el género. La mezcla de trap con música regional mexicana generó polémica, pero también abrió la puerta a una nueva generación de oyentes. Con esta colaboración, el corrido dejó de ser solo mexicano para convertirse en un fenómeno global.
Estos tres corridos, uno clásico, uno consagrador y uno moderno, reflejan cómo la música regional mexicana ha evolucionado sin perder su esencia narrativa.