Hablar de Soda Stereo es hablar de uno de los pilares fundamentales del rock en español. Formada en Buenos Aires en 1982 por Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti, la banda no solo revolucionó la música en América Latina, sino que dejó una serie de álbum que sigue siendo vigente décadas después. Su sonido, mezcla de sofisticación, rebeldía y poesía, marcó a generaciones completas.
A lo largo de su carrera, Soda Stereo lanzó siete álbumes de estudio, cada uno con un estilo y una propuesta distinta. Sin embargo, hay discos que sobresalen por su influencia, impacto y legado. Aquí repasamos los más importantes, esos que no solo definieron el rumbo del grupo, sino que también transformaron para siempre el panorama del rock latinoamericano.
Los primeros pasos de una revolución sonora
El debut homónimo Soda Stereo fue el punto de partida, un disco lleno de energía new wave con toques de ska y pop. Canciones como “Trátame suavemente” y “¿Por qué no puedo ser del jet-set?” mostraban ya una propuesta fresca, con letras ácidas y melodías pegajosas que los diferenciaban del resto de la escena argentina.
Pero fue con Signos que la banda dio un salto cualitativo. Este tercer álbum incluyó temas icónicos como “Persiana americana” y “Signos”, consolidando a Soda como una banda de estadio. La madurez lírica de Cerati y la complejidad de las composiciones mostraban un grupo que ya no quería solo divertir, sino trascender.
En 1988 llegó Doble Vida, producido en Nueva York por Carlos Alomar (exguitarrista de David Bowie). Con este disco, Soda Stereo logró internacionalizarse definitivamente, gracias a himnos como “En la ciudad de la furia”, “Lo que sangra (la cúpula)” y “Corazón delator”. El sonido era más sofisticado, con influencias del funk y la electrónica.
La cima, la ruptura y la despedida
Canción Animal es quizás su obra más emblemática. Considerado por muchos como el mejor disco de rock en español de todos los tiempos, contiene joyas como “De música ligera”, “Un millón de años luz” y “Té para tres”. Este disco representó la cúspide creativa de la banda y la consolidación de su identidad sonora más cruda y poderosa.
Luego vendría Dynamo, un giro radical hacia el shoegaze, la psicodelia y el noise pop. Aunque en su momento no fue comprendido por todos los fans, con el tiempo se ha convertido en un disco de culto. Canciones como “Primavera 0” y “Luna roja” muestran la voluntad de experimentar sin perder profundidad emocional.
En 1995, Sueño Stereo cerró la discografía oficial del grupo con un sonido introspectivo, melancólico y electrónico. “Zoom”, “Ella usó mi cabeza como un revólver” y “Paseando por Roma” dejaron claro que Soda no se iba apagando, sino que se despedía con elegancia y evolución artística.
A lo largo de su trayectoria, Soda Stereo editó siete discos de estudio, pero estos seis son los más representativos por su impacto, innovación y legado.
Hoy, décadas después de su separación definitiva, sus álbumes siguen siendo escuchados por nuevas generaciones. Y en cada gira tributo o reunión con hologramas, el eco de esas canciones vuelve a llenar estadios. Porque si algo logró Soda Stereo, fue construir un sonido atemporal.