MÚSICA RELIGIOSA
Canciones de Semana Santa por estaciones del Via Crucis
Uno de los eventos más importantes de la Semana Santa en la religión es la representación del Vía Crucis, cada una de las estaciones de este recorrido puede ir acompañado de canciones acorde a las diferentes etapasSemana Santa comenzó y con ello llegan diferentes actividades que de acuerdo a la religión, corresponden a los días Santos, pero sin duda el evento que acapara todas las miradas es la representación del Vía Crucis, donde las personas no solo acompañan el recorrido sino que además en algunos casos interpretan canciones y hacen rezos.
El Vía Crusis es un recorrido donde se representan todas las etapas de la Pasión de Cristo, desde que Jesús es condenado hasta su crucifixión. Esta representación generalmente va acompañada de rezos, pero también hay canciones para que la comunidad religiosa se una mostrando su devoción durante este trayecto.
Todas las canciones del Via Crucis de Semana Santa
“Tú reinarás”
Tú reinarás, este es el grito
Qué ardiente exhala nuestra fe
Tú reinarás, oh Rey Bendito
Pues tú dijiste: ¡Reinaré!
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Reine Jesús por siempre
Reine su corazón
En nuestra patria, en nuestro suelo
Es de María, la nación
En nuestra patria, en nuestro suelo
Es de María, la nación
Tú reinarás, dulce esperanza
Que al alma llena de placer
Habrá por fin paz y bonanza
Felicidad habrá doquier
Tú reinarás, dichosa Era
Dichoso pueblo con tal Rey
Será tu cruz, nuestra bandera
Y tu Evangelio, nuestra Ley
“Perdona a tu pueblo Señor”
Perdona a tu pueblo, Señor,
perdona a tu pueblo, perdónale, Señor
No estés eternamente enojado
no estés eternamente enojado,
perdónale Señor.
Por las espinas que te punzaron,
por los tres clavos que te clavaron,
perdónale Señor.
Por las tres horas de tu agonía
en que por madre viste a María,
perdónale Señor.
Por tus profundas llagas crueles,
por tus salivas y por tus hieles
¡Perdónale, Señor!
Por las heridas de pies y manos,
por los azotes tan inhumanos.
¡Perdónale, Señor!
"Perdona a tu pueblo señor" (segundo canto)
Perdona a tu pueblo, Señor,
perdona a tu pueblo, perdónale, Señor
Por los tres clavos que te clavaron,
y las espinas que te punzaron
¡Perdónale, Señor!
Por tu poder y amor inefable,
por tu misericordia entrañable,
perdónanos, Señor.
Somos el pueblo que has elegido,
y con tu sangre lo has redimido,
Perdónanos, Señor.
Reconocemos nuestro pecado,
que tantas veces has perdonado,
Perdónanos, Señor.
Dios de la fiel y eterna Alianza,
en ti ponemos nuestra esperanza.
Perdónanos, Señor.
Desde la cruz nos diste a tu Madre,
vuélvenos al abrazo del Padre.
Perdónanos, Señor.
“Hoy te quiero cantar”
Hoy te quiero cantar,
hoy te quiero rezar,
Madre mía del cielo.
Si en mi alma hay dolor,
busco apoyo en tu amor
y hallo en ti mi consuelo.
Hoy te quiero cantar,
hoy te quiero rezar,
mi plegaria es canción.
Yo te quiero ofrecer
lo más bello y mejor
que hay en mi corazón.
Porque tienes a Dios,
porque tienes a Dios,
Madre, todo lo puedes.
Soy tu hijo también,
soy tu hijo también
y por eso me quieres.
Dios te quiso elegir,
Dios te quiso elegir
como puente y camino
que une al hombre con Dios,
que une al hombre con Dios
en abrazo divino.
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“Peregrino ¿a dónde vas?”
Peregrino, ¿a dónde vas?
Si no sabes a dónde ir.
Peregrino, por un camino que va a morir.
Si el desierto es un arenal,
el desierto de tu vivir,
¿Quién te guía y te acompaña en tu soledad?
Sólo Él, mi Dios, que me dio la libertad;
sólo Él, mi Dios, me guiará
Peregrino que a veces vas
sin un rumbo en tu caminar,
Peregrino que vas cansado de tanto andar.
Busca fuentes para tu sed,
y un rincón para descansar,
¡vuelve, amigo! que aquí en Egipto lo encontrarás.
Sólo Él, mi Dios, que me dio la libertad;
sólo Él, mi Dios, me guiará
“Este es el día del señor”
Este es el día del Señor,
este es el tiempo de la misericordia
Delante de tus ojos
ya no enrojeceremos
a causa del antiguo
pecado de tu pueblo.
Arrancarás de cuajo
el corazón soberbio
y harás un pueblo humilde
de corazón sincero.
En medio de las gentes
nos guardas como un resto
para cantar tus obras
y adelantar tu Reino.
Seremos raza nueva
para los cielos nuevos,
sacerdotal estirpe
según tu Primogénito.
Caerán los opresores
y exultarán los siervos,
los hijos del oprobio
serán tus herederos.
Señalarás entonces
el día del regreso
para los que comían
su pan en el destierro.
¡Exulten mis entrañas!
¡alégrese mi pueblo!
porque el Señor es justo,
revoca sus decretos.
La salvación se anuncia
donde acechó el infierno,
porque el Señor habita
en medio de su pueblo.
“Danos un corazón”
Danos un corazón, grande para amar
Danos un corazón, fuerte para luchar
Hombres nuevos, creadores de la historia
Constructores de nueva humanidad.
Hombres nuevos, que viven la existencia
Como riesgo de un largo caminar.
Hombres nuevos, luchando en esperanza
Caminantes, sedientos de verdad.
Hombres nuevos, sin frenos ni cadenas
Hombres libres que exigen libertad.
Hombres nuevos, amando sin fronteras
Por encima de razas y lugar.
Hombres nuevos, al lado de los pobres
Compartiendo con ellos techo y pan.
“Al pecho llevo una cruz”
Yo vengo del sur y del norte
Del este y oeste y de todo lugar
Caminos y vidas recorro
Llevando socorro queriendo ayudar.
Mensaje de paz es mi canto
Y cruzo montañas y voy hasta el fin
El mundo no me satisface
Lo que busco es la paz, lo que quiero es vivir.
Al pecho llevo una Cruz
y en mi corazón lo que dice Jesús
Yo sé que no tengo la edad
Ni la madurez de quien ya vivió
Mas se que es de mi propiedad
Buscar la verdad y gritar con mi voz.
El mundo va herido y cansado
De un negro pasado de guerras sin fin
Hoy teme a la bomba que hizo
La fe que deshizo y espera por mí
Yo quiero dejar mi recado
No tengo pasado pero tengo amor
El mismo de un crucificado
Que quiso dejarnos un mundo mejor
Yo digo a los indiferentes
Que soy de la gente que cree en la cruz
Y creo en la fuerza del hombre
Que sigue el camino de Cristo Jesús
“Ved la cruz de salvación”
Ved la Cruz de salvación
donde Dios nos dio la vida.
Precio de la Redención
de la humanidad caída.
Cruz de Cristo Vencedor,
te adoramos, Salvador.
Ara donde se inmoló
el Cordero inmaculado.
Cristo, en ti, nos redimió
de la muerte y del pecado.
Árbol santo e inmortal,
son tus frutos redentores.
Gracia y luz, perdón y paz,
brindas a los pecadores.
“Ved la cruz de salvación” (segundo canto)
Nave firme en el luchar
con las olas de la vida.
Faro en nuestro navegar
a la Patria Prometida.
Cruz de Cristo Vencedor,
te adoramos, Salvador.
Santo emblema del amor,
fiel recuerdo del Amado.
Cruz que dice al pecador,
la malicia del pecado.
Santa Cruz de Redención,
arco iris de la Alianza.
Signo eterno del perdón,
fuente viva de esperanza.
“¡Victoria!”
¡Victoria! ¡Tú reinarás!
¡Oh cruz! ¡Tú nos salvarás!
El Verbo en ti clavado,
muriendo nos rescató.
De ti, madero santo,
nos viene la redención.
Extiende por el mundo,
tu Reino de salvación.
¡Oh cruz, fecunda fuente,
de vida y bendición!
Impere sobre el odio,
tu Reino de caridad.
Alcancen las naciones,
el gozo de la unidad.
Aumenta en nuestras almas,
tu Reino de santidad.
El río de la gracia,
apague la iniquidad.
La gloria por los siglos,
a Cristo libertador.
Su cruz nos lleve al cielo,
la tierra de promisión.
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“Soneto a cristo crucificado” (rezo)
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
¡Tú me mueves, Señor! Muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera. Amén.
“Salve Regina”
Salve, Regina, mater misericordiae;
vita dulcendo et spes nostra, salve.
Ad te clamamus, exules, filii Evae.
Ad te suspiramus,
gementes et flentes
in hac lacrimarum valle.
Eia ergo advocata nostra,
illos tuos misericordes oculos
ad nos converte.
Et Iesum,
benedictus fructus ventris tui,
nobis post hoc exsilium ostende.
O clemens, O pía,
o dulcis Virgo María.
“¿Qué ves en la noche?”
Dios como un almendro
con la flor despierta.
Dios que nunca duerme,
busca quien no duerma.
Y entre las diez vírgenes
sólo hay cinco en vela.
Gallos vigilantes
que en la noche alertan.
Quien negó tres veces,
otras tres confiesa.
Y pregona el llanto
lo que el miedo niega.
Muerto lo bajaban
a la tumba nueva;
nunca tan adentro
tuvo al sol la tierra.
Daba el monte gritos
piedra contra piedra.
Gloria en el sepulcro,
mueve Dios la piedra.
Se levanta el mundo
como un toro en vela.
No durmáis el alba,
Cristo está ya cerca.
Vi los cielos nuevos
y la tierra nueva;
Cristo entre los vivos
y la muerte muerta.
Dios en las criaturas,
¡y eran todas buenas!
¿Cuántas estaciones hay?
El recorrido del Vía Crucis incluye 14 estaciones diferentes, cada una de ellas representa una de las etapas o pasos de este trayecto de la Pasión de Cristo, por lo que además de la respectiva representación se realiza un momento de reflexión que va acompañado de canciones o rezos.
El Vía Crucis de Semana Santa es uno de los momentos donde la comunidad religiosa se reúne para recordar y agradecer el sacrificio de Jesús, por eso es un evento muy emotivo donde los rezos y las canciones son una manera de mostrar tanto el respeto como la devoción de los fieles creyentes.