The Beatles: Así fue como nació el amor de George Harrison por la India

A lo largo de diez años de trayectoria, una de las facetas más fascinantes de su creación musical de The Beatles, fue aquella en la que mostraron su conexión e influencia de la música de la India, país que dejó fascinados a todos los integrantes pero a nadie más que a George Harrison.

Aunque el artista partió del mundo un 29 de noviembre del 2001, George Harrison dejo un legado musical impreso de espiritualidad y multiculturalidad, del cual la India se convirtió en un entorno importante para su alimentación y condensó el espíritu creativo que orientaría su sonido después de los "Fab Four".

Según lo relatado en el documental 'The Beeatles Anthology', en palabras de John Lennon, el compositor tuvo su encuentro por primera vez con esa cultura oriental en 1965, cuando estaban en las filmaciones de la película 'Help!', y todo gracias a Ken Thorne, quien organizó una sesión llamada "Another Hard Days Night", misma que incluyó instrumentos tradicionales, entre ellos el sitar.

El amor de George Harrison por la música de la India que inspiró a The Beatles

Fue entonces cuando, en agosto de ese mismo año, George Harrison quedó fascinado con aquellos sonidos y sus amigos de The Byrds lo conectaron con el músico hindú Ravi Shankar, quien lo instruyó en la cultura de la India y el arte de tocar el sitar, mismo que aterrizaría por primera vez en la música de occidente gracias a The Beatles en la canción "Norwegian Wood (The Bird Has Flown".

Posteriormente, un año más tarde, la estrella decidiría emprender un primer viaje junto con Patty Boyd, su esposa, a las tierras de Asía del Sur para adentrarse todavía más en sus sonoridades tal y cómo comentó en el libro 'The Beatles Anthology': "Fui a la India en septiembre del 1966. Cuando me encontré por primera vez con un disco de Ravi Shankar tuve la sensación de que me encontraría con él... lo conocí en Londres en junio, en la casa de Ayana Deva Angadi, fundadora del Asian Music Circle".

También expuso que nunca quiso tener con él un encuentro que se sintiera artificial y forzado, tal y como la prensa lo quería ver, con exotismo. Después, en septiembre de aquel año pasó 6 semanas en la India, profundizando sus habilidades con el sitar y también comenzaría a practicar yoga debido a problemas en la cadera.

Su experiencia fue completamente auténtica, incluso consiguió hospedarse en una casa flotante en medio del Himalaya. Ese amor pronto lo contagiaría también en el resto de The Beatles, a quienes llevó a dicha nación en 1967, para aquel icónico encuentro con el Yogi Maharishi Mahesh. 

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