La canción de Maná que normaliza el acoso

Son varias las canciones que en los últimos años han sido analizadas por las nuevas generaciones, entre estas se encuentra ‘Déjame entrar’, una rolita de Maná que estaría normalizando el acoso, si no nos crees, sigue leyendo y checa por qué lo decimos.

Maná es una de las bandas de rock en español más populares en México, la banda ha tenido grandes éxitos a lo largo de su carrera artística desde que se encuentra activa en 1981, entre estos se encuentran ‘Oye mi amor’, ‘Clavado en un bar’, ‘Rayando el Sol’, ‘Mariposa Traicionera’ entre otros.

¿Por qué ‘Déjame entrar’ de Maná normaliza el acoso?

‘Déjame entrar’ es una canción compuesta por Fher Olvera, vocalista de Maná, esta rolita fue incluida en el álbum ‘Cuando los ángeles lloran’ en 1995. Aunque tal vez cuando salió el tema no era tan visible el acoso, en Sónica te vamos a decir por qué esta canción lo está normalizando.

Como el título lo dice, la canción de Maná le pide a la persona que le gusta que lo deje entrar “en la alberca de tus ojos, en la alberca de tu ombligo”, aunque aclara que no la va a obligar, esta frase de ‘Déjame entrar’ se vuelve repetitiva en la canción, asimismo, menciona que quiere ser su dueño y que quiere todo con ella, todo.

¿Y qué onda con ‘Oye mi amor’, otra rolita de Maná sobre el acoso?

‘Oye mi amor’ es otro tema de Maná que también estaría normalizando el acoso. Este fue lanzado en el álbum ‘¿Dónde jugarán los niños?’ por lo que fue estrenado antes de ‘Déjame entrar’. Con esta rolita no es tan evidente el acoso, sin embargo, no se salva de este señalamiento.

Desde el inicio de la canción de Maná se menciona que desea y ha soñado con la persona que le gusta, a pesar de que ya tiene novio “un tipo frío y aburrido”, le pide que no le diga que no y vayan “juntando los cuerpos”, pues con ella quiere “todo y nada a medias”.

Aunque hace unas décadas el acoso se tenía normalizado, poco a poco se ha dejado ver que este comportamiento incomoda demasiado a sus víctimas, ‘Déjame entrar’ de Maná es una de las canciones que demuestran que esta práctica antes muy pocas personas se atrevían a señalarla.

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